martes, 25 de octubre de 2011

NÉSTOR: UN FUEGUITO QUE ARDIÓ LA VIDA CON MUCHAS GANAS


Dedicado al fueguito que nos encendió a todos. Que nos devolvió las ganas, la fuerza, la alegría.

" Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
- El mundo es eso - reveló-. un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con la luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales.
Hay gente de fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores.
Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas;
algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman,

pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende. "

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