viernes, 19 de noviembre de 2010

APUNTES PARA LA MILITANCIA

Perfil salió a burlarse de una fecha sustancialmente peronista, la del día de la militancia, con una patética y clasista nota acerca de la "militancia" PRO (ver:http://www.perfil.com/contenidos/2010/11/18/noticia_0024.html) justo el día 17 de noviembre.
El peronismo tiene aspectos simbólicos que le son propios, ganados y consolidados, respetados y legitimados. Este sistema de símbolos y rituales propios, y un poco más allá, en denominaciones que le son propias, van desde algunas fechas caras a la identidad peronista, tales como el 17 de octubre o el 17 de noviembre, el 1º de mayo, el 26 de julio y tantas otras más. Son nodos legitimados por los peronistas, son bases de identificación profundas que hermanan, que nutren un ADN.
Por ejemplo, utilizar la palabra COMPAÑERO/COMPAÑERA, hermana,identifica, da pertenencia, y más allá del orígen del término, éste se ha hecho históricamente propiedad del peronismo.
Yendo al tema de este comentario, decir MILITANTE justamente es abordar una parte indisoluble de la praxis del peronismo; es hacer alusión a todos aquellos que sintiéndose parte de algo mayor con lo que se identificaban como formando parte de un mismo proyecto nacional y popular, trabajaron por -como dice Cooke- cambiar una realidad. Decir militante es referenciar y reverenciar a todos aquellos que comparten un lugar de pertenencia sustentada en años de una tarea (una praxis) de elaboración colectiva vinculada con una realidad.
El militante ha nacido de la RESISTENCIA, donde la transformación de la realidad estuvo -aunque no siempre orgánicamente- en las manos de miles de hombres y mujeres, las "bases del movimiento".
Por eso, cuando se habla de MILITANTE en este sentido revolucionario del término, como agentes transformadores de una realidad, ¿qué realidad quieren transformar estos "militantes" a los que alude Perfil, si desde un análisis de su origen de clase lo que plantean no es precisamente transformar la realidad sino de continuar con una realidad de una Argentina para pocos, de una Argentina con ajuste y profundas diferencias sociales, de una Argentina que conserve una estructura neoliberal?. En estos "Militantes" no hay transformación de la realidad sino voluntad de conservar posiciones de privilegio. ¿De qué militancia proviene la (actual) mujer de Macri? ¿qué realidad quiere "cambiar" Mauricio Macri?. Creo que es clara la respuesta.Macri es un provocador, tan descarado como la boxeadora del Congreso. Para hablar de militancia, primero, que vayan a lavarse la boca, y que se busquen un vocablo más acorde a lo que hacen porque eso, (lo que ellos hacen) ESO: militancia no es.
LA "MILITANTE" AWADA Y LA EXPLOTACIÓN DE LABURANTES EN SUS TALLERES CLANDESTINOS

Pero vamos a pensadores serios. Vamos a reproducir algunas líneas del indispensable libro de John WIlliam Cooke y las respuestas saldrán por sí solas.
Dice Cooke: "Seguros de nuestra propia fuerza y razón, durante la tiranía militar, aun en sus períodos más sombríos, la reconquista del poder nos parecía próxima e inexorable (...) Las clases dominantes -extrañas como son a los procesos raigales del país- creyeron siempre que el peronismo es una corriente fugaz, de duración condicionada al tiempo que retuviese el gobierno, pero ni el golpe de 1955, ni todas las variedades del despotismo clasista que ensayaron desde entonces, han logrado desmembrarnos ni someternos (...)"
Pura ironía: "En el año 1945, los bárbaros invadieron el reducto de la democracia para exquisitos, distorsionaron todas las relaciones sociales y para colmo, se mofaron de las estatus y cenotafios con que a la oligarquía le gusta perpetuarse en el bronce y en el mármol.
El 17 de octubre de 1945 era algo tan nuevo, que rápidamente los redujeron a su verdadero valor: eran una especie de congregación de papanatas, delincuentes o como decían los cultos de la izquierda oficial, lumpen proletariado, arriados por la policía en una especie de carnaval siniestro. Lógicamente el 24 de febrero, cuando se reunieron todos los partidos, es decir, las fuerzas que tenian todos los votos, el candidato imposible, como se lo llamaba entonces a Perón, no tenía otra perspectiva que la de conseguir algunos votos de esos elementos marginados, algunos tontos encandilados por la demagogia totalitaria, como se decia entonces, fascistas, nazis, tratantes de blancas y demás indeseables.
La verdad es que los dueños de todos los votos perdieron; en lugar de unos pocos sufragios de la canalla, la canalla sacó más sufragios que todos los partidos juntos desde la izquierda a la derecha; lo que en realidad pasó es que ellos habían sumado ciudadanos de la Revolución Francesa y habían votado hombres; es así como el misterio policial del 17 de Octubre se había convertido en el misterio matemático del 24 de Febrero.
Inmediatamente los teóricos le buscaron la explicación y lo plantearon como un episodio de la lucha de nazis y antinazis dentro de su característica habitual de trasladar a escala nacional los problemas universales. Pero por detrás de todas esas explicaciones en el fondo del subconciente les bailaba la hipótesis de que había sido cuestión de magia negra.
De cualquier manera el peronismo custionaba las bases doctrinarias del régimen y además le quitaba su presunta representatividad, por lo tanto las fuerzas del régimen lo negaron, negaron este hecho que liquidaba las certidumbres acogedoras de la vieja argentina semicolonial.
El peronismo era una anomalía, una quiebra de la normalidad, una interrupción fatal y transitoria del devenir histórico; de la misma manera negaron a esa nueva fuerza que les inflingía abrumadoras derrotas electorales y contra esa democracia real fijaron la democracia como aspiración, a la cual se llegaría por intermedio de algún espadón que oportunamente pudiesen movilizar en su defensa.
Pero en todo esto había algo más que mala fe; había la incapacidad de la clase dirigente argentina para comprender un fenómeno que no cabía dentro de las formas conceptuales del liberalismo tradicional.
Ese ostracismo de las clases dirigente debió haber sido definitivo. Solamente duró 10 años, y sobre el perjurio de algunas espadas se restableció el régimen y resolvió aplicar sus tesis. Los juristas de almas heladas inventaban decretos de desnazificación y crearon maravillas de la juricidad como el 4161 famoso, mientras los intelectuales inventaban teorías que iban, desde la tesis de que constituíamos una acumulación multitudinaria de abribocas encandilados por métodos de propaganda totalitaria hasta la distinción sociológica entre masa y pueblo la masa como algo informe, innoble, indiferenciada, y el pueblo, para decir una palabra, constituido por gente que votaba a los radicales, los conservadoeres y socialistas. Hasta monseñor Plaza, el conocido clérigo financista del Banco Popular, anunció que la epidemia de poliomielitis que padecían los niños argentinos era el castigo de Dios por el extravío del peronismo".

Militante es aquél que le puso el cuerpo, la vida a enfrentar estas y más cosas. Que sigue todos los días atento en todos los frentes a dar la batalla por pequeña que sea.
Por eso señores que se arrogan militancia: MILITANTE es el que puede y no el que quiere. Y ustedes, no pueden, no son. Ustedes son la antimilitancia.

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