HISTORIAS DE LA MUJER EN LA RESISTENCIA.- segunda parte

La historia de hoy nos lleva a Nefer ROsello, también conocida como "La Turca". Vivía en Barracas y su casa, como dijera Perón, pronto se convirtó en una Unidad Básica en la cual solían reunirse muchos compañeros a escuchar radio Colonia, a compartir los aromas de las "cocinas" peronistas... mate o empanadas y... Perón.
Nefer ingresó al comando Coronel Perón del capitán Velázquez (Vigo) y se dedicó a la tarea de intercambiar cintas y cartas de Perón con otros grupos. Siempre con gran ciudado dado que había muchos espías y delatores y también circulaban muchos mensajes falsos.
En las reuniones se escuchaban las grabaciones, y siempre alguno hacía de "campana" en la puerta o en la esquina, así, por turnos iban escuchando los mensajes.
Nefer que se ocupaba de dar inyecciones, conocía a mucha gente en el barrio. Por su profesión podía repartir volantes, periódicos, efectuar colectas de dinero o ropa para los compañeros que se hallaban detenidos.
Entre las mujeres que también colaboraban con ella estaba Ema ELorza, tambien enfermera. Ambas iban a visitar a los compañeros presos.
"Era peor la cárcel de mujeres que la de Villa Devoto porque la atendían monjas que no dejaban entrar visitas, salvo que fueran parientes directos, y deshacían la comida para ver si escondían algo adentro. No quedaba torta sin deshacer. Un día metieron preso a un muchacho, Ruben Quintana, porque le encontraron volantes peronistas. Y lo mandaron al sur, tres meses en el sur se chupó. No porque el delito fuera tan grande sino para escarmentar a los otros que andaban haciendo lo mismo". No lo consiguieron, nadie escarmentó ni se amedrentó y todos siguieron resistiendo.
Cuando se produjo el levantamiento del 9 de junio de 1956 todos esperaban la llegada de armas que habían sido prometidas. Pero las armas no llegaron. En Barracas se llevaron a más de 30 compañeros presos.
Después se conoció la masacre de José León Suárez, los fusilamientos. Entonces emperzaron a organizarse mejor.
Dos años más tarde crearon la Fundación Evita que brindaba ayuda a necesitados y presos. Pero la represión de la FUSILADORA iba en aumento, los corrían con los carros Neptuno, les tiraban agua a la que más tarde colorearon. Así los "marcaban" para perseguirlos e identificarlos más fácilmente. Y así cayó detenida con el cargo de "desorden público" y estuvo 30 días en el Asilo San Miguel.
Incansable Nefer.
En el Barrio de Parque Patricios vivía Dora Alonso "Dorita". En la casa de su familia tenían una unidad básica, en la calle Famatina frente al Pasaje Llorente. Participaba de la UES (Unión de Estudiantes Secundarios). Estudiaba en el Liceo Nº7 y fue elegida delegada en 1953 y 1954. Iba a practicar deportes a la Quinta de Olivos. Pero cuando se produjo el golpe de 1955 la forma de rebelarse fue empezar a difundir la palabra de Perón. Así copió en mimeógrafo el libro de Perón: La Fuerza es el derecho de las bestias, porque habían llegado pocos ejemplares y había que divulgarlo. Cada uno hacía cinco copias.
Una década después fue nombrada congresal. En 1963 se desplazaba en un camioncito para visitar diferentes pueblos y recorrer las calles haciendo propaganda con los altavoces. Fue detenida.
Realizó operativos relámpago como aquel en 1964 en que se organizó un plebiscito por la vuelta de Perón. Ella transportaba las urnas por los barrios y la gente votaba, acompañada con otras compañeras como Diana Pareja y Haydée Pesce.
Al año siguiente integró la Junta promotora de los Cabildos Abiertos que proclamaban lealtad a Perón. Esta junta fue exclusivamente femenina y la integraban: Dorita, ZUlema Gómez, Diana Pareja, Zulema Correa, Nelly Borobio, DOlly Pierini y Elvira Sosa Molina. En la reunión de apertura del Cabildo habló Norma Kennedy.

seguiremos con otras historias.