1. PINEDO. EL ESCÁNDALO DE LAS CARNES EN EL SENADO DE LA NACIÓN
En 1935 Lisandro de la Torre, en plena "Década Infame", realizó denuncias desde su banca en el Senado vinculadas al escándalo de corrupción sobre el comercio de carnes.
Dos años antes se había firmado el Tratado Roca-Runciman (Julio Roca -hijo- ocupaba el cargo de vicepresidente al lado del gral. Agustín P. Justo; Sir Walter Runciman era el canciller inglés).
El tratado fue una "bajada de lienzos" de parte de las autoridades argentinas que fueron a mendigar que los ingleses no dejaran de comprar la producción del agro argentino. El tratado deshonroso fue preanunciado por Roca que afirmó: "La República Argentina, por su interdependencia recíproca, es, desde el punto de vista económico, una parte integrantes del Imperio Británico".
Así fue que los ingleses se llevaban "la parte del león": los dominios británicos vendían a su metrópolis una cuota que administraban, en cambio Argentina no podía administrarla. Argentina admitía quitarle derechos de importación al carbón inglés (esto, obviamente, perjudicó la recaudación impositiva a la vez que incidía sobre el petróleo argentino); varias manufacturas británicas gozaban de favores que dejaban en desventaja a las nacionales; el gobierno argentino se comprometía a contratar préstamos en Inglaerra para que las empresas inglesas en nuestro país pudieran remitir a Gran Bretaña las ganancias (de otro modo no podrían hacerlo por falta de divisas) por lo tanto nos endeudábamos para que se beneficiaran los ingleses quienes se llevaban la plata al exterior en lugar de reinvertir aquí. Lo más vergonzoso eran las cláusulas secretas que, de todos modos, se conocieron: se otorgaba a los ingleses el monopolio del transporte con la Coordinación de Transportes. Pero lo peor fue la creación de un Banco Central Mixto donde la banca privada predominante era de capital inglés. El Estado argentino tenía todas las obligaciones (por ejemplo integrar la mitad de los capitales) pero carecía de derechos. A la hora de votar sólo 5 de los doce directores eran argentinos, por lo tanto los intereses privados (ingleses) tenían en sus manos el manejo del crédito y el endeudamiento de nuestro país...
Volviendo a Lisandro de la Torre, en medio de este mar de corrupción realizaba sus investigaciones y denuncias. El 24 de julio de 1935 publica una nota en el diario El Mundo donde abiertamente hace cargos a los ministros de Hacienda y Agricultura: Federico Pinedo y Alberto Duhau, ante quienes muestra los libros y planillas del frigorífico Anglo secuestradas por la comisión investigadora. Los ministros ni se inmutan, para ellos es normal favorecer a los intereses extranjeros. (la sesión a la que alude el citado diario fue desgraciada pues fue en esa oportunidad en que De la Torre pierde el equilibrio y cae, y un matón -ex comisario Ramón Cora- dispara hacia el Senador, pero se interpone el senador electo Enzo Bordabehere quien acudía a auxiliar a De la TOrre y a consecuencia de los disparos pierde la vida).
2. PINEDO. ASESOR DE OTTO BEMBERG
Bemberg, amigo de Spruille Braden, llevó a cabo una de las mayores defraudaciones de la década de 1940. El "trust" Bemberg llegó a deber al Esado argentino, nada más que en concepto de impuesto a la herencia, la suma de $ 181.000.000 (año 1941). Esta defraudación había sido tolerada y legitimada porlos gobiernos de la Década Infame.
Los Bemberg eran los únicos propietarios de la Cervecería principal de Hamburgo: "La Altona".
En un trabajo realizado por el Instituto de FInanzas Argentinas de la facutad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (1939) se establecía cómo, en la operación de conversión y unificación de la deuda pública de la provincia de Buenos Aires, en el año 1935, el aumento general roducido en el mundo de los nuevos servicios por la operaciónd e conversión, llegó a los $ 503.074.637,85
Esta conversión de la deuda externa, se realizó por intermedio de la casa bancaria de Bemberg, convertida en banquero del Estado argentino en virtud de contratos clandestinos realizados por sugestión y bajo la dirección del exministro de Hacienda del régimen: Doctor Federico Pinedo.
En la Memoria del Ministerio de Hacienda del año 1938, cuando era presidente Roberto M. Ortíz (que también desempeñó la presidencia de una de las cervecerías del grupo Bemberg) se registra lo siguiente: "Este Sindicato -el de Bemberg- adquiría al firme lo s lotes de títulos del gobierno al precio de la cotización de bolsa el día de la venta, menos una comisión dada de 1,5% y se comprometía a colocarlos en público dentro de ciert plazo. A veces se fijaba un determinado precio de colocación, estipulándose que, en caso de realizarse uno mejor EL GOBIERNO PERCIBIRÍA UN AUMENTO DE PRECIO PROPORCIONAL". Esto quiere decir que el gobierno de la Nación había convertido al Esado en socio de banqueros privados que no recbieron ningún tipo de control y que manejaban a su gusto el crédito.
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