martes, 27 de julio de 2010

DESMENTIDA DE LUIS "EL GORDO" VALOR.


ANTE LAS DECLARACIONES DE LA SRA. ELISA CARRIÓ QUE SON DE DOMINIO PÚBLICO, HAGO LLEGAR LA SIGUIENTE DESMENTIDA QUE NO TUVO CABIDA EN MEDIOS MONOPÓLICOS (POR OBVIAS RAZONES TAMBIÉN DE PÚBLICO CONOCIMIENTO: LA SEÑORA CARRIÓ TIENE ASEGURADOS TODOS LOS ESPACIOS PARA SUS DECLARACIONES PARANOICAS).
NO FUI, NI SOY NI MUCHO MENOS TENGO NINGUN TIPO DE VINCULACIÓN SENTIMENTAL CON LA MENCIONADA SEÑORA.
SE PUEDEN IMPUTAR LAS ACCIONES QUE MÁS ABAJO SE DETALLAN Y QUE HE DECLARADO ANTE LAS AUTORIDADES COMPETENTES Y LUEGO EN UNA ENTREVISTA AL DIARIO LA NACIÓN, PERO ¡JAMÁS PODRÍA SERME IMPUTADA UNA RELACIÓN SENTIMENTAL CON ESA MUJER! ¡NI LOCOOOOOOOOOOOOOO!!!!! habré cometido muchos errores pero ¡JAMAS! esta pelotudez!


En septiembre de 2006, cuando aún estaba detenido, Valor le concedió la siguiente entrevista a Ramiro Sagasti, del diario La Nación, publicado en: http://www.urgente24.com/index.php?id=ver&tx_ttnews[tt_news]=126753&cHash=e352c98686

-¿Cuáles fueron sus primeros pasos en el delito?

-En el rubro automotor. Fui detenido por eso en 1975. Estuve cuatro años en Olmos. En agosto de 1981 me volvieron a detener por un robo en un negocio. Salí en el 84. Ahí empezamos con piratería del asfalto. Después, empezamos a "hacer" fábricas.

-¿Cuándo comenzaron a robar bancos y camiones blindados?

-Todo pasó entre el 84 y el 85. Arrancamos con los bancos y después, como nadie estaba "haciendo" blindados En el 86 ya nos queríamos retirar. Ese es el problema: los ladrones nunca se retiran. Demasiado dinero.

-¿Recuerda el monto de aquellos botines?

-Hubo varios botines grandes, de un millón de pesos, de dos. A veces, "hacíamos" cinco o seis camiones blindados por mes.

-¿Qué tipo de armas usaban?

-Ametralladoras, fusiles, escopetas.

-¿Tenían contactos con la policía o la Justicia?

-Ibamos a comer asados con jueces y fiscales.

-¿Les pagaron a funcionarios para "arreglar" alguna causa?

-No. Se podía llegar a una solución, pero "arreglar", no.

Tuerce la boca, arquea las tupidas cejas. No profundizará sobre este asunto. En cambio, en un acceso de retórica premoldeada dirá que no le correspondía una pena superior a 15 años por la serie de robos por la cual fue condenado, pero que los jueces querían dejar sentado un precedente de que había condenado a una superbanda. Por eso los 24 años.

-¿Qué pasó en La Reja?

-Hay un nexo, porque uno de los que murieron era un muchacho muy allegado. Pero yo no estuve. Nos "encajan" el hecho porque para ellos nosotros éramos los más importantes y nos habíamos escapado de la cárcel. La investigación la hizo Mario Rodríguez [comisario que era uno de los referentes de la llamada "maldita policía", al que llamaban "Chorizo"]. Ellos tenían al grupo "chupado" [con escuchas telefónicas].

Se sabía eso, pero fueron igual a una ratonera.

Este hecho ocurrió el 19 de septiembre de 1994. En efecto, tres días antes, Valor se había escapado de la cárcel de Devoto junto con su lugarteniente Hugo Sosa (la "Garza"), Emilio Nielsen, Julio Pacheco y Carlos Paulillo. Cuatro escaparon disfrazados de médicos; el quinto, de guardiacárcel. Decían que éste era Valor. "Yo no fui el disfrazado de guardia", dice. Lo cierto es que les abrieron las puertas, accedieron al muro y ganaron la calle.

-¿Y qué hizo?

-Fui a buscar a mi familia, que me esperaba en San Martín. Estuve escondido dos días en una quinta. Después fui a vivir a la casa de un amigo, a 20 cuadras de Devoto. Antes era así: había lealtad y respeto a las familias. Las generaciones nuevas son distintas. Lastiman por lastimar. Cualquiera viene y te pega un tiro. Antes, ¡qué ibas a dar un tiro! Los mismos compañeros te mataban Cuando iba para Devoto, a lo de mi amigo, delante de mí iban seis patrulleros a buscarme a Fuerte Apache [en Ciudadela]. Estuve dos meses inactivo. Me alejé 120 kilómetros de Buenos Aires. Iba y venía. Andaba como quería, pero de noche, no. Si me encontraban a la noche, me pegaban un tiro en la boca.

-¿Cómo fue el 18 de mayo de 1995, su último día en libertad?

-A las seis de la mañana habíamos ido con mi señora a la casa de un amigo en Villa Lugano. Yo tenía 18 teléfonos chupados por la SIDE y el hombre que iba conmigo hace una llamada y le dice a su mujer: "Tené preparada la cama, que vamos temprano". Escuchan eso y mueven el operativo.

Pero la detención no ocurrió enseguida. Ese día, Valor, su mujer y los amigos almorzaron fideos con salsa. Pasó la tarde. Llegó la noche. Comieron un asado con otros visitantes. Valor ya había visto movimientos extraños en la calle. Ahora dice que pensó en irse, pero que se quedó porque al día siguiente tenía que hacer un "trabajo": levantar unas sacas con 500.000 pesos o algo así.

Tenía planeado instalarse en Montevideo meses más tarde. Estaba todo arreglado, pero no pudo.

-¿Cuándo llegó la policía?

-Como a las cuatro de la mañana. Vino Rodríguez. Eran como 70. Me entregué con condiciones: que no le hicieran nada a mi mujer ni a la gente de la casa. Estaban los chicos, un nene y una nena, que ahora deben de tener 15 y 18 años. Le dije a Rodríguez que me matara afuera y él me dijo: "No. ¡Qué te voy a matar, Luis!", y lloraba. El tipo me había estado buscando día y noche. Después me pasaron a la provincia, para hacer como que me habían detenido en Morón, porque no tenían la orden para hacer el operativo en la Capital.

Hace una pausa. Su cara adopta un ensayado rictus grave. Dice: "Ya llevo 14 años procesado, porque no hay condena firme. Me quiero ir. Quiero las garantías que no me han dado".

-¿Qué hará cuando esté libre?

-Primero, quiero estar con mi familia. Trabajo no me va a dar nadie.

-Algo de dinero le quedó.

-Para poner un negocio, tengo.

- ¿Se arrepiente de algo?

-De haber estado lejos de mi familia. De eso.

1 comentario:

Nando Bonatto dijo...

Pobre Gordo meterle semejante amorío...
mas dificil que afanarse cien bancos