miércoles, 7 de octubre de 2009

EL RABINO DE LOS AFORISMOS. LA NACION INSULTA LA MEMORIA DE MARSHALL MEYER


Nos detenemos en el caso del mediático personaje, porque se lo quiere hacer pasar por el supuesto "heredero" del rabino Marshall Meyer, a quien nunca se podría imaginar al lado de los patrones rurales, los reclamos de "mano dura" y jugando el papel de ariete político de un supuesto republicanismo, que el actual gobierno estaría violentando (un discurso conocido, ¿no?).

Meyer llegó a nuestro país desde EE.UU. en los años ’60 y fue un noble defensor de los Derechos Humanos, así como propulsor de una gran renovación del judaísmo latinoamericano, y una de las personalidades que con mayor empeño defendió la vigencia de las libertades individuales durante la dictadura iniciada en 1976; con el advenimiento de la democracia en 1983, fundó el Movimiento Judío por los Derechos Humanos y fue miembro de la CONADEP, recibiendo por su actividad la “Orden del Libertador Gral. San Martín” y la Universidad de Buenos Aires le otorgó el título de “Doctor Honoris Causa”. Criticó con extrema severidad las leyes de Obediencia debida y Punto final, y en 1990 en Nueva York, increpó duramente a Carlos Menem por beneficiar con el indulto a los asesinos de la dictadura.

¿por qué rescatar la figura de Marshall Meyer? Porque el diario La Nación (¿quién otro, caramba?) se solazaba presentando a Sergio Bergman como discípulo de Meyer; Hasta que un día, la esposa de este último, envió al órgano de 'los Mitre' la carta que sigue más abajo -extraída del periódico Nueva Sión- que se explica por sí sola y sirve para revelarnos quién es quién en la Argentina contemporánea

Bergman y Meyer

Carta a La Nación

Señor Director:

"Su diario ha presentado al rabino Sergio Bergman como discípulo de mi difunto esposo, el rabino Marshall Meyer. Nada más alejado de la verdad. "Le puedo asegurar que los actos y posiciones políticas del rabino Bergman están en las antípodas del pensamiento de Marshall Meyer. A mi esposo le daría vergüenza saber que un rabino argentino como Bergman propuso cambiar la palabra libertad por seguridad en el himno argentino.

"Tampoco hubiese aceptado compartir un estrado con Juan Carlos Blumberg mientras anuncia su intención de coartar las libertades individuales. Quienes conocimos a Marshall sabemos que como parte de su fe religiosa estuvo en la Plaza de Mayo junto con las Madres durante la dictadura y visitó las cárceles donde recluyeron a Jacobo Timerman y a tantos prisioneros políticos.

"Le ruego que deje de utilizar la figura de mi esposo sin conocer ni su obra ni a sus verdaderos discípulos."

Naomi Meyer

209 West 86 St.

New York, EE.UU.


Carta abierta al Rabino Bergman. Y al diario La Nación de Noami Meyer.

Miércoles 26 de noviembre de 2008

Por OMIX, el 9 de Noviembre de 2008.

Shalom aleijem

Salam aleikum

La paz sea contigo

Rabino Bergman lo he escuchado mucho, demasiado quizás, en los últimos tiempos, y he prestado atención a mas de una de sus intervenciones, entre ellas -la que más me preocupa- es su intervención pública en favor de la seguridad.

Y no creo exagerar cuando me ocupo antes de esto, antes de que su arenga combinada con la arenga de otros lideres espirituales y la cobertura de ciertos medios informativos que presentan un robo en Olivos, el asesinato de un hombre por motivos pasionales en Calamuchita y un autosecuestro en Comodoro Rivadavia como el advenimiento del apocalipsis seguida por la publicidad de puertas Pentágono (”la puerta o la vida”), le eche el baldazo de agua fría necesario para despertar a un monstruo que está dormido en todas las comunidades.

Desde chico supe que son las sociedades autoritarias son las que logran alcanzar niveles de seguridad que hace que la gente “honesta” se sienta tranquila.

Repito, sólo las sociedades autoritarias lograron ese control, lo dice por ahí Alejandro Dolina que no será filósofo o teologo, pero es lo que tengo a mano, “Stalin y Hitler tuvieron fuerzas policiales muy eficaces”. No tome esto como que echo mano del recurso rastrero de describir los horrores del nazismo para confrontar con un rabino, sólo menciono 2 formas de autoritarismo y las doy como ejemplo.

En las sociedades democráticas, republicanas, a la delincuencia se la combate, pero sólo con instrumentos que no restrinjan las libertades y en eso se corre riesgos.

Visité una vez New York, digamos que para muchas personas es el centro del mundo, y allí, en el centro de una sociedad democrática, republicana y poderosa la recomendación era: “por ningún motivo se acerque al Bronx”. El centro del mundo y hay un “fuerte apache”, un “la Cava”. Vió rabino que enorme cantidad de paradojas y de sugestivas coincidencias nos depara esta vida que nos ha sido dada. Sin embargo cuando los norteamericanos tuvieron su “patriotic act” vieron como el monstruo despertaba en su sociedad republicana.

No le voy a recordar cual fue el tiempo argentino que coincidentemente algunos sectores nóstalgicos evocan como del imperio del orden y la seguridad: el proceso entre marzo de 1976 y diciembre de 1983, y en segundo lugar todos los golpes militares que recuerden. Ajá el tiempo de la paz de los cementerios o de las fosas comunes.

Respecto al llamado “Proceso”, he escuchado su opinión y su condena y la comparto. Pero esa coincidencia , no hace que me deje de preocupar su presencia en esos auditorios. Ud es vitoreado porque su sermón se convierte en arenga e integra el sonido del espectáculo de una oposición sin ideas, sin contenido y por lo tanto sin futuro, y por ello las ideas que intenta transmitir pasan inadvertidas.

Mientras tanto, algunos pastores (Ud mismo y el cardenal de la Iglesia que abandoné -el jesuita Bergoglio- por posturas y prácticas que tienen que ver con cuestiones de indole no política, suelo decir a mis hijos que “nunca me alejé de Dios, solo de sus intermediarios”) aparecen como apoyo logístico de cuanto emprendimiento anti-gobierno se organiza. Y es así como quedará en el recuerdo.

Serán recordados como “profetas de la venganza”, por mucho que se esfuercen en darle sentido distinto al marco que le dan quienes los convocan. Los recordaremos siempre como los predicadores del “diente por diente”, como aquellos que criticaron firmemente la acción de los delincuentes, sólo que sin reparar en peros para cambiar leyes y poder ejecutar, donde fuera y como fuera a los enemigos del “ciudadano honesto”, sin que la ley pueda castigar a tan justicieros vengadores.

Pastor, regrese Ud. a cuidar de sus ovejas porque éstas que le traen la efímera fama, serán las que conseguirán que le pongan el rótulo de “predicador del autoritarismo” o “profeta de fantasías”, porque en definitiva le recuerdo que sólo las sociedades autoritarias le pueden otorgar el orden y la seguridad que ese nuevo público suyo reclama.

No tengo motivo para echarle nada en cara de lo que haga, pero confieso que me pregunté que hacía esta semana hablando en el acto del Congreso. Se me ocurrió que estaba defendiendo los negocios de los banqueros. Con la mano en el corazón ¿podría imaginarse un acto igual en defensa de los ejecutivos de AIG, de Lehman Brothers, de Merril Lynch en Wall Street?.

Ese dia, le cuento pastor, dos veces pasé por las vallas policiales junto a la confiteria Casablanca, donde Ud. aguardaba junto al blindex que lo llamaran a hacer su función de teleevangelista. Las 2 veces fuí atacado por su honorable auditorio. Una por pedir permiso (si, pedí permiso y no me lo daban porque “no ve que está el Rabino” me decían, contesté que no era óbice para impedirme el paso por el lugar que la policia determinó que era para eso, no a lugar y gran bolonqui) y la otra porque el “ciudadano” que iba delante mio frenó su marcha de golpe y me lo tragué, gran bolonqui, como todos los que estaban alrededor levantaban la voz en mi contra y pretendían que me callara, levanté la voz al grito de “autoritarios”.

Debí imprecarlos como ellos lo hacían conmigo , pero no, sólo me salía “autoritarios”. Tal vez debí acompañarlo con otros epitetos, racistas y xenófobos.

Ahhh, no le aclaré… la segunda vez éramos cuatro los que ibamos juntos y en fila india intentando llegar al Palacio del Congreso, quien le escribe delante (y detrás de la persona que frenó de golpe) y tres personas más detras mio, los que nos defendimos respondiendo con gritos a los gritos que profería su auditorio, mi compañero Lucas y dos señoras diputadas nacionales venían conmigo, pero todas las puteadas venían dirigidas a mi. Ahi me di cuenta :mis 3 compañeros eran blancos y yo no.

Ese es el cariz de los actos a los que Ud concurre Rabino y tal vez este sea el motivo último de mi inquietud: tengo tres hijos varones, 2 de piel blanca, de pelo castaño y ojos claros y uno con mi misma piel y mis mismos ojos, de pelo crespo como yo. No quiero que un dia vayan caminando por la calle y me encanen al negrito, sólo por que le hicieron “portación de rostro”. Lo juro no sabría como explicárselo, pero si se cómo ellos y yo reaccionariamos.

Ahora sé Rabino, que la lucha que ud persigue es antitética con mi color de piel y por esto le escribo. Su nuevo público está compuesto por racistas, xenófobos e inducidos a la paranoia, que ven en cada negro, un negro de mierda y en cada peruano un ladrón, en ambos casos un asesino en potencia. Tamaña composición de su público sueña con una sociedad en la que se le garantice un ideal de seguridad, cuya sensación sólo puede ser creada por el autoritarismo, Hitler y Satalin, rabino, están a la vuelta de la esquina.

Hoy se cumplen 70 años de la kristallnacht, sirva la jornada para reflexionar. Ud sabe que las palabras del inicio epistolar quieren decir prácticamente lo mismo, la diferencia la dan tanto el que la pronuncia como el que la escucha, pues cada hermano está influenciado por un sistema sociocultural de valores y de subjetividades. Cada una de las frases estan determinadas y condicionadas según la religión de que se trate por las virtudes teologales que cada una acentúa Shalom aleijem, por la esperanza Salam aleikum, por la fe La paz sea contigo, por la caridad

En Argentina habíamos podido convivir armoniosamente a pesar de nuestras diferencias, integrándonos lenta y costosamente, en el peor de los casos tolerándonos. Sus presentaciones en estos actos como el del jueves en Congreso ponen en peligro la concordia, porque quienes lo convocaron saben que lo hacen orar en medio de un auditorio que puede vivarlo, pero que no reflexiona sobre sus palabras.

Me despido deseándole que su esperanza de un mundo mejor, lo haga trabajar realmente por un mundo mejor. Y a todos los que han sido blanco de la violencia, a los que sufren injusticias les doy mi más sincero saludo y solidaridad

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo bueno de citar a los muertos, es que no pueden defenderse. Lo malo, es que puede aparecer una persona que sí los conoció y hacerte pasar el ridículo.
Ay estos periodisticuchos de la derecha que creen que pueden decir cualquier cosa...