lunes, 23 de noviembre de 2009

CIUDAD DE BUENOS AIRES: UNA CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN, NOTA DE HÉCTOR MARRESE

Una contribución a la Teoría de la Evolución POR: HÉCTOR MARRESE.



Desde niños en la escuela primaria, si no sufrimos alguna etapa oscurantista, más tarde en el secundario o simplemente por curiosidad propia, hemos admirado la evolución del hombre a través de esas láminas que nos mostraban las figuras desde el Australopithecus Africanus hasta el homo sapiens-sapiens. Nos hemos asombrado, hemos hecho bromas –muchas veces groseras- con nuestros compañeros y hasta hemos podido sentir algún escalofrío al considerar la posibilidad ¿fantasiosa? de una involución.



Hoy vivimos el espectáculo que nos brinda el mundo a raíz del desarrollo científico técnico y paralelamente a ello la formulación, al menos en teoría, de los Derechos Humanos de tercera generación; con la esperanza de que esto alcance a todos los seres humanos que habitan el planeta tierra. A pesar de que el hombre actual ha superado casi en mil centímetros cúbicos la capacidad craneana de los primero homínidos, algunas dudas nos siguen perturbando. Guerras, genocidios, torturas, desapariciones, mortandad infantil, hambre, miseria, exclusión social, etc., etc..Pese a ello muchos continuamos apostando a un futuro de evolución y no de involución para el ser humano.



Esas imágenes a las que hice referencia al principio nos muestran que el hombre evolucionó a una posición más erecta. Sin embargo, si concretamos una mirada más minuciosa de dichas láminas y al mismo tiempo observamos a las personas que caminan por la calles de la ciudad de Buenos Aires, llegaremos al convencimiento que en dicho ámbito geográfico el ser humano está involucionando.



No estoy rememorando la involución sufrida por los genocidas de la última dictadura y sus cómplices que en estos días nos golpean nuevamente la memoria por el inicio del juicio a los represores del Primer Cuerpo de Ejército. Me refiero a lo que surge ante el simple hecho de observar detenidamente a las personas, teóricamente homos sapiens-sapiens, caminar por las calles de Buenos Aires. Ya no se asemejan ni al homo hábilis; se parecen al Australopithecus que se desplazaba con la cerviz baja.



A qué se debe esta aparente involución. ¿Se redujo considerablemente su capacidad craneana?, ¿la ciudad se convirtió en una región selvática?, ¿Macri puso en funcionamiento la Policía Metropolitana?, ¿Lilita preanunció otra hecatombe?. NO, se debe simplemente a los H…. de P… que sacan a pasear a sus mascotas y llenan de mierda las calles de la ciudad.

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