Panorama Político Nacional
Alentada por el Grupo Clarín, Elisa Carrió tensa la cuerda para que todo explote en mil pedazos
Irresponsable y destituyente, en forma recurrente advierte que el país va a estallar cuando la actividad económica y las reservas acumuladas desmienten semejante pronóstico; en la oposición habría intentos por “bajar un cambio”.
Por Pedro Noel Romero, corresponsal de NOVA en Casa Rosada.
Sacada, irresponsable y destituyente, hace tres años que Elisa Carrió, de forma recurrente, advierte que el país va a estallar cuando como contrapartida la actividad económica y hasta las reservas acumuladas desmienten semejante pronóstico.
La titular de la Coalición Cívica-ARI sigue tirando de la soga para que todo explote en mil pedazos mientras que en el resto de la oposición parecería haber un poco de mesura y habría intentos por “bajar un cambio” frente al clima existente de alta volatilidad y confrontación con el Gobierno.
Los periodistas saben que la foto de los anti K está encabezada por Carlos Saúl Menem y Adolfo Rodríguez Saa.
Se trata de los políticos que llevaron al desastre de diciembre del 2001 por la convertibilidad y el default mientras que Fernando “De la duda” y Domingo Cavallo hicieron detonar la bomba de final del ciclo de economía neoliberal menemista.
Patricia Bullrich dice que el Gobierno tiene que ir a decirles “qué cosas del Presupuesto va a suspender para pagar la deuda”, una opinión que trae también indefectiblemente a la memoria su paso por el Ministerio de Trabajo en tiempos del gobierno de la Alianza cuando se les descontó el 13 por ciento de sus haberes a jubilados, pensionados y empleados públicos.
En la UCR hay políticos valiosos como Ernesto Sanz, titular del Comité Nacional que debe estar evaluando el cuadro de situación que existe en el Congreso y sea tal vez el hombre indicado para escuchar el pedido de Leopoldo Moreau de bajar los decibeles con el tema Marcó del Pont.
También debiera evaluar qué fotos exhibir, a futuro, para no exponerse con protagonistas que atrasan el reloj y retrotraen a la etapa más dura que debió sortear el país al final de los años ’90 y diciembre del 2001 y principios del 2002. Una foto que traccione agua para el molino de la UCR y no para el kirchnerismo.
Un viejo legislador radical comentó a quien suscribe esta nota que “si hoy sos opositor y mentís, si la mentira tiene que ver con un ataque al kirchnerismo, los diarios te publican la mentira que se te ocurra”. Por ello los políticos opositores, que deshojan margaritas pensando en candidaturas y conveniencias a la hora de comenzar a definir acuerdos y programas con vistas al 2011, no dejan pasar el tren de la exposición que les aseguran las señales de cable y las radios y la TV, sobre todos, los vinculados al Grupo Clarín.
Respecto de la opinión pública y las patas de la mentira, no hay la menor duda respecto de que “Clarín” fogonea el clima destituyente y miente. “Página 12” publica ejemplos que advierten sobre la magnitud de las mentiras. Raúl Kollmann recuerda este domingo que “el 14 de junio pasado, dos semanas antes de las elecciones, un domingo, ‘Clarín’ publicó en su principal título de tapa, en la página 3 y en el editorial firmado por Eduardo Van der Kooy, que Néstor y Cristina Kirchner preparaban una gigantesca maniobra: en caso de perder las elecciones en la provincia de Buenos Aires, adelantarían los comicios presidenciales de 2011. Incluso dieron una fecha precisa: 10 de marzo de 2010”.
También se decía por entonces -y la gran vocera fue Elisa Carrió- que el 28 de junio habría un gran fraude electoral. Lo cierto es que no lo hubo o, al menos, nadie lo denunció. Ni siquiera Carrió”, completó Kollmann. El próximo miércoles 10 de marzo no habrá ningún acto eleccionario.
Y la colega Sandra Russo, en el mismo medio, señala que “el sector mayoritario del periodismo televisivo está a sueldo de los medios concentrados. Últimamente las nuevas camadas de periodistas que incorpora el monopolio ‘Clarín’ no salen de la UBA sino de la maestría que ellos mismos crearon junto con la Universidad San Andrés.
Hace unas semanas, en el suplemento “Zona” de “Clarín”, fueron publicados “algunos de los mejores trabajos” de esa maestría en periodismo. Una de ellas tomaba como fuente un mail anónimo que indicaba que los sueldos del programa 6, 7, 8, del que formo parte, eran de entre 90 y 40 mil pesos. Orlando Barone y yo cobrábamos 40 mil pesos, según ese correo sin firma que circuló por Internet. Una buena pieza de carne podrida contra la periodista.
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